Mientras que la Décima Legión romana se estaba preparando para el asalto final a la meseta rocosa de Masada en el año 73 dC, un grupo de zelotes judíos sitiados la fortaleza tomó una decisión que pasó a la historia.
En lugar de rendirse y someterse a la esclavitud de Roma, eligió morir por sus propias manos.
Según los historiadores su jefe Eleazar Ben Yair pronunció este discurso.
"Nos espera a la esclavitud y la tortura al enemigo capturar con vida, (...) Podemos considerar una gracia que se nos permita elegir la muerte que prefieren libre ... Nos morir con gloria rodeado de nuestras esposas y nuestros hijos ... para ser nuestro eterna fama, dejando a su único triunfo en los cuerpos de aquellos que se atrevían a ser sus propios verdugos. "
Los hombres casados mataron a sus parientes. Los supervivientes elegirán 10 hombres afortunados que matarían a la otra. De 10 fue elegido uno que mató a la otra y que en última instancia, el suicidio cometido.
Cuando los romanos entraron en la fortaleza, no alabó su victoria antes de admirar la nobleza y la valentía que había mostrado tantos hombres, sin dudarlo para llevar a cabo sus propias obras.
Sólo el 7 por 967 de los Judios, (dos mujeres y cinco niños) escondidos en una cisterna han sobrevivido para contar los hechos.
Los romanos quedaron tan impresionados con lo que vieron que salvó vidas.
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