Ese deseo de dormir después de las comidas se debe a que nuestro cuerpo sufre algunos cambios después de comer. Uno y el aumento de las concentraciones de glucosa en sangre (azúcar en sangre), lo que conduce a una menor actividad de alerta. Tenemos un centro en el sistema nervioso central responsable de las ganas de comer. Esta región se encuentra próximo al centro que controla el estado de alerta. Por lo tanto, después de consumir alimentos, aumento de la glucosa sanguínea estimula el sueño. También nos sentimos sueño después de comer mucho. Esto es porque la información que llevó a la saciedad y al cerebro nos hace perder el estado de alerta. Una tercera razón es que el cuerpo se somete a ritmos biológicos que varían durante el día. En el medio de la día (o comida) que tienen una disminución de estos ritmos. El truco para no tener deseo como mucho a dormir y reducir el consumo de alimentos que promueven la alta concentración de glucosa en la sangre (tales como mermeladas, jaleas y miel) y dar preferencia a los alimentos de bajo índice glucémico (pan, arroz, frijoles y lentejas) .
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